Con las actuaciones de Maria Helena Doering, Juan Pablo Raba, Antonio Sanint, Alejandra Azcárate y Paola Rey, la nueva producción de RCN  incursiona, no sabemos si para mal otra vez, en los terrenos de la comedia. En una versión a la inversa de Los Reyes y con la dirección de Pepe Sánchez , esta comedia plantea la convivencia (otra vez) entre las clases populares y las altas de la capital. Los libretos son de  Juan Manuel Cáceres, Héctor Moncada (El man es Germán, Las Detectivas y el Víctor) y Liliana Guzmán (Las Detectivas y el Víctor).

Los Rico lo han tenido todo, pero como suele suceder, entran en quiebra, y solo tienen una propiedad en Roma, el barrio  popular. Allí se pelean con la familia Siachoque, quienes dicen ser los dueños del lote. MIentras todo se decide, la fina familia tendrá que adaptarse en ‘El Coliseo de Roma’, restaurante, cancha de tejo y a su vez el hogar de los Siachoque, donde se generan las obvias situaciones.

“El tratamiento de lo popular siempre da para situaciones divertidas, y en este caso esa confrontación de la clase alta, aumenta este factor. Además, en lo popular se encuentra la verdadera expresión de nuestra nacionalidad, en lo demás somos imitaciones de otros países”, afirma el director Pepe Sánchez.

Ahora veamos la sinopsis (para mi, mas creíble que la de los Umaña, a la hora de la verdad)

“Gonzalo Rico lo tiene todo: posición, dinero, inteligencia, juventud, mujeres; pero de la noche a la mañana y por una trampa que le tiende su primo Alejandro Rico, lo pierde todo, queda arruinado, pobre, vaciado, como el más vaciado de los colombianos.”

Hasta ahí ,típica trama.

“Gonzalo Rico, su encopetada madre Ana María y sus hermanos Gustavo, el artista de la familia, y Gabriela, la niña rebelde, pierden su dinero, sus propiedades en el país y en el exterior quedan congeladas; las visas para ir a los Estados Unidos y Europa canceladas. No tienen ni donde dormir, por lo que apelan al único lugar que todavía supuestamente les pertenece: una casa ubicada en una populosa barriada. El problema es que allí vive la familia Siachoque, quienes dicen ser los dueños del predio aunque no tengan las escrituras. Allí además montaron un Club de tejo y piqueteadero, ‘el Coliseo de Roma’, que les da para subsistir.

Mientras se arregla este asunto, Mariela Siachoque, su papá Don Carlos, ‘El Gladiador’, campeón retirado de lucha libre, más bueno que el pan, y su hijos John Alexis, aspirante a reguetonero, y Yusmari, la gordita adolescente que quiere ser modelo, recibirán a la familia Rico y les darán la enramada de la terraza, para que los ‘pobres Rico’ tengan al menos donde meter la cabeza.”

Vamos a ver si no resulta ser una parodia de lo popular, porque cada vez que se hace una novela sobre las clases populares, es inevitable recurrir al cliché.

“Los Rico viviendo con los Siachoque deberán olvidarse de los viajes, el club, la vida en sociedad, los restaurantes costosos, los rumbeaderos exclusivos y tendrán que aprender a vivir en el tercer piso de la cancha de tejo, a comer tamal, pelanga y huesos de marrano.

Es así como Los Rico, infructuosamente intentaran vivir su nueva vida, ser una familia humilde, y en este doloroso aprendizaje descubrirán en una familia unida como los Siachoque, qué es el amor de la familia, la solidaridad no sólo con los de la casa, sino con el vecino y hasta con el desconocido. Asimilarán que lo más importante no es lo que se muestra, ni de lo que se puede ostentar, sino lo que se tiene en el corazón y en los afectos.

Por su parte, Gonzalo Rico que tenía todo y creía no necesitar nada, descubrirá que en su vida faltaba lo más importante, y eso lo encontrará en Mariela Siachoque.”

Lo típico, es otra manera de ver la trama ” chico rico conoce a chica pobre” Y chica pobre le enseña valores, y todas esas tonterías.