capítulo 162
- La boda de Eva y Adriano. Plutarco descubre que Juan Carlos es Eva y ésta es obligada a llegar al altar con Adriano.
Plutarco llega a su casa y se sorprende al encontrarse con Rebeca, que empieza a seducirlo. Él se resiste en un principio, pero terminan amándose apasionados. Cuando terminan de hacer el amor, Rebeca se va y Plutarco alucina a Antonia.
JC guarda las cosas de Eva en una maleta y le entrega a Mimí las cartas de despedida para Helena y Adriano.
Helena pasa por Eva, sin darse cuenta que Plutarco las espía desde su auto.
Renato agradece a Adriano su intención de acercarlos con Modesto, pero duda que su papá lo vaya a aceptar.
Eva le cuenta a Helena, que antes de la muerte de Mendoza, ella estuvo con él. Helena le dice que no se hubiera arriesgado, por su bien y por el hijo que está esperando. Eva no podía quedarse con los brazos cruzados y encontró algo muy importante que puede ayudar a demostrar la inocencia de Juan Carlos.
Onésimo le muestra a Plutarco recortes de prensa en donde viene la foto de Yadhira, Plutarco la reconoce y comenta que ahora sí está seguro que Eva es cómplice de Helena y de Juan Carlos.
Eva recibe el premio por ser la mujer del año.
Plutarco y Onésimo entran a la pensión para investigar las cosas de Eva.
Eva agradece el reconocimiento y lo comparte con todas las mujeres de México, especialmente con las presentes: Silvia, Marcela, Helena y Eugenia, además de Antonia. Todas muy emotivas, le agradecen con lágrimas y aplausos.
Plutarco entra al cuarto de Eva y descubre que ella es Juan Carlos, además encuentra las cartas para Helena y Adriano y las lee.
Gran celebración por la entrega del premio a Eva. Renato llega con ella y le entrega el CD para hackear.
Plutarco se da cuenta que ni Helena ni Adriano saben que Eva es Juan Carlos, luego lee el informe que contiene la búsqueda de pruebas y piensa que esa su oportunidad para acomodar todo a su favor.
Juan Carlos les encarga a Santiago y Fernando que le entreguen a Helena los documentos de Mendoza, mientras, él se deshace de todo lo de Eva, les manda las cartas a Helena y a Adriano y planean cómo entrar a la casa de Plutarco para ver la caja fuerte. Santiago le echará un ojo al disco que le dio Renato, para ver si encuentra pruebas contra Plutarco.
JC desmaquillándose frente al tocador, se despide y le agradece a Eva, todo lo que aprendió de ella: "Adiós querida Eva".
Plutarco le recomienda a Adriano que se cerciore que su prometida llegue a la iglesia, ya que le encanta desaparecerse.
Helena y Juan Carlos, desnudos bajo las sábanas, han hecho el amor, tenían tantas ganas de estar juntos. Ella le pregunta si sería capas de volverle a mentir. Él lo niega y la abraza con culpa, porque no le puede sostener la mirada.
Al otro día, Juan Carlos despierta, primer día que se levanta y no tiene que convertirse en Eva, cuando entra Mimí y le avisa que Silvia, Lucía, Lalito y Helena la están esperando para ayudarle a vestirse de novia. JC se quiere morir.
Santiago dice a Fernando que entre los documentos de Mendoza, descubrió un número que puede ser la combinación de la caja fuerte.
JC, desesperado, dice que ahora mismo les dirá a Helena y a Adriano, quién es en realidad, porque no se puede casar.
Mimí trata de distraer a Helena, Silvia y Lucía, para que Eva escape, pero Adriano llega y la sorprende. Lucía le da el vestido de novia para que se vaya cambiando, Eva no tiene más remedio que tomarlo e irse a vestir de novia.
Mimí le dice a JC que se olvide de escaparse, porque todas se van a ir con ella. Santiago le llama y le informa que encontraron la combinación de la caja y mientras todos están en la iglesia, Fernando y él entrarán a la casa de Plutarco.
Lucía, Silvia, Lalito y Helena se sorprenden al ver a Eva vestida de novia. Llega el auto de los novios por ellas.
Los invitados van llegando a la iglesia.
Eva vestida de novia, hace berrinche para subirse al auto de los novios, entre todas logran subirla y el auto se va, mientras Mimí le llama a Eugenia para informarles que Eva se casa. Eugenia queda atacada.
Eva pide que detengan el auto, pues desea mojarse en una fuente, ya que es de buena suerte. Nadie le hacen caso y el auto sigue su marcha rumbo a la iglesia.
El auto de los novios viene llegando, pero Rebeca llega en su camioneta y le gana el lugar de honor al auto de los novios. Plutarco se enfurece y le ordena a Rebeca que quite su camioneta de ahí, pero Rebeca se niega. Eva remolona para bajar del auto, pero entre Helena y Silvia le ayudan a bajar. Plutarco ordena a Onésimo que esté atento por si Eva intenta escapar.
La Cábula llega para abrirles la puerta de la casa de Plutarco a Santiago y a Fernando.
Todos en sus lugares, esperando la entrada de Eva, que viene caminando bien despacito junto a Helena, quien la va apurando, Adriano desesperado, desde el altar la apura, pero Eva, a propósito, camina cada vez más lento. Adriano, harto del paso lento de Eva, va por ella y la lleva casi a rastras hasta el altar. El padre inicia la ceremonia.
Santiago y Fernando felices, descubren la caja fuerte y se disponen a abrirla.
El padre pregunta que si alguien tiene algún impedimento para suspender la boda, que hable ahora o que calle para siempre, cuando hacen su entrada Eugenia y Mimí. Eva ve en ellas su salvación. El padre les pregunta si quieren decir algo, pero Mimí y Eugenia sólo se disculpan por llegar tarde. El padre continúa con la ceremonia, cuando suena el celular de Eva. Todos expectantes. Eva se saca el celular del escote, Adriano la quiere matar, pero Eva se disculpa, diciendo que es su tía Cuquita. Eva contesta y es Santiago para informarle que abrieron la caja fuerte pero no encontraron nada.
Fernando y Santiago piden al taxista que se apure, pues tienen que llegar a la iglesia para salvar a su amigo.
El padre dice: "Adriano Reyes ¿acepta por esposa a Eva María León Jaramillo?". Adriano responde: "Sí, padre, acepto".