- Si hay un actor que la gente ama, ese es Gustavo Ariel Bermúdez Ricciardi o Gustavo Bermúdez. Si hay una persona que se ha ganado el corazón de la gente, ese es el protagonista de culebrones emblemáticos en nuestro país como Grecia, Celeste, Celeste siempre Celeste, Antonella, Nano, El Patrón de la vereda, Sheik y Somos Familia.

Si hay un hombre que se da tiempo para conversar con la gente, ese es Gustavo Bermúdez. Hasta ayer estuvo en la "Ciudad Spa" participando del Festival Nacional Premios Termas de Río Hondo. Sin pantalla desde el año pasado (lo último que hizo fue "Somos Familia"), ahora se prepara para el gran retorno, en el año 2016, por Telefé.

En una entrevista exclusiva con EL LIBERAL, habló de su presente laboral, también de la presencia que tienen los culebrones en el mundo y la avanzada de las que provienen del mercado turco.

Somos familia fue la novela que hiciste en el 2014. ¿Te tomaste años sabáticos?

No tanto. Estamos preparando una telenovela que será emitida a mediados del año 2016 por Telefé. Aún no se puede adelantar nada. Está en preparación.

Si tuvieses que hacer un balance de tu carrera, ¿cuál sería la palabra que emplearías y por qué?

Es muy difícil hacer un balance, pero al balance yo lo miro con una carita feliz. Ha sido muy generosa esta profesión conmigo. El cariño de la gente es lo más entrañable y lo que más valoro. Es lo que siempre agradezco.

El reconocimiento de la gente es maravilloso. Me pone feliz saber que estoy en sus corazones. Es lo que agradeceré hasta el fin de mis días.

Las novelas no conocen de tiempos ni de edades, ¿esa es la clave del éxito?

Y también porque cuenta emociones, historias de amor y a la gente le gusta escuchar, ver y emocionarse con historias que las identifiquen. Fue toda la vida así y va a seguir siendo así. La gente necesita de este tipo de cuentos y fantasías. Las novelas proponen soñar, imaginar mundos, situaciones y, en ese camino aparecen las identificaciones.

¿Las telenovelas de hoy respetan el género más allá de las temáticas y las estéticas?

Desde mi manera de pensar, lo que las respetan son las que tienen éxito. Desde Alberto Migré hasta Quique Estevanez, te digo que son fieles al género.

¿Sos partidario de la diversidad dentro del género o sólo de los cuadros costumbristas por lo que siempre se han destacado las novelas?

Yo no encasillo. Me parece que todo es válido. Si la gente se emociona y dice que sí, sirve. Lo de la palabra lo tiene la gente y no nosotros. Nosotros trabajamos para la gente. Es la gente quien levanta el pulgar o no. Nos debemos a la gente.

¿Cuánto representó en tu carrera Nano y Sheik?

Todas las novelas que protagonicé dejaron un saldo positivo porque de todas se aprende. Tanto de Nano como de Sheik, a propósito de que las nombraste, marcaron mi carrera y, especialmente la última, me permitió aprender mucho de la idiosincrasia árabe.

Con Sheik, en 1995, fueron pioneros en llevar producciones argentinas afuera.

Surgió como una idea, como de las tantas que hicimos, y nos permitió posicionarnos en un mercado tal vez no frecuentado por las telenovelas producidas en nuestro país. Lo bueno es que ésta como otras novelas hechas en nuestro país han sido aceptadas con enorme éxito en todos los países donde fueron exhibidas, tanto desde Hungría hasta Israel o Italia.l
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