capítulo 7
Celos colosales
Coloso le exige a Santos que se aleje de María, pero él le pregunta quién es para decidir quién se acerca a ella. Los amigos de Coloso no lo dejan que arme un escándalo.
Antes de dormir, Santos y María se recuerdan. Santos piensa que le gustaría enamorarse, pero no puede hacerlo porque tiene que regresar a Los Ángeles. También María piensa que le gustaría enamorarse de Jorge Alfredo, pero no puede hacerlo porque él se va a ir para siempre.
Al día siguiente, los ruidos de la calle despiertan a Santos, quien se pone triste al darse cuenta de dónde está.
María prepara sábanas y toallas limpias, dice a Amalia que se las va a llevar a Jorge Alfredo. Isabel le da un jabón para niños a María, para que se lo lleve de su parte a Jorge Alfredo. Amalia, preocupada, se da cuenta de que María ya está enamorada.
El comandante Derecho dice a la teniente Curtis que alguien está ayudando a Santos, deciden investigar si sigue en El paso, Texas, o se regresó a la Ciudad de México y están seguros que lo atraparán pronto.
Santos respira aliviado al ver que María fue a ayudarlo a arreglar su cuarto. Él se va a bañar, mientras ella limpia el lugar. Irasema, una de las huéspedes de la pensión, con pinta de prostituta, ve a Santos saliendo del baño y le coquetea, pero él se sigue de largo.
Santos queda sorprendido y emocionado al ver qué hermoso quedó su cuarto con los arreglos que María le hizo. Santos, muy emocionado, le dice a María que aunque conoce poco de ella, le puede asegurar que es lo mejor que le ha pasado en la vida. Irasema se asoma al cuarto de Santos y le dice que cuando quiera una visita, sólo la llame; María, celosa, le dice que su esposo no necesita que lo visitan. Santos se emociona con lo que María dice.
Paloma se va triste y desilusionada porque va a tocar a la casa de Rodrigo y nadie le abre.
Irasema le pide disculpas a María por lo que dijo. Santos le dice a María que por lo menos Irasema fue amable, en cambio, uno de sus enamorados volvió a amenazarlo.
Coloso va a buscar a María a su casa, pero Isabel le dice que fue a ver a Jorge Alfredo y, en confidencia, le dice que ella cree que ya son novios.
Irasema le dice a Santos que se nota que María está muy enamorada de él.
Elvira le cuenta a Lourdes que Jorge Alfredo es un hombre muy guapo; Concho les dice que es muy culto y distinguido, y quiere que su bar se llene de ese tipo de gente. Lourdes incita a Elvira a que conquiste a Jorge Alfredo.
María cuestiona a Santos sobre su familia, pero se da cuenta de que él evade hablar de ese tema.
Santos le dice a María que Irasema le dijo que se notaba que ella estaba enamorada de él, María le dice que es una tontería, porque él se va a ir en tres semanas. Santos le pide a María que lo ayude a buscar trabajo, ella ofrece hablar con Don Concho para que lo contrate aunque sea de garrotero.
Coloso le habla muy mal de Jorge Alfredo a Amalia.
Coloso va a la pensión a ver si María está con Jorge Alfredo, éstos salen antes de que llegue.
María quiere conseguirle a Jorge Alfredo trabajo de cantante.
Celos colosales
Coloso le exige a Santos que se aleje de María, pero él le pregunta quién es para decidir quién se acerca a ella. Los amigos de Coloso no lo dejan que arme un escándalo.
Antes de dormir, Santos y María se recuerdan. Santos piensa que le gustaría enamorarse, pero no puede hacerlo porque tiene que regresar a Los Ángeles. También María piensa que le gustaría enamorarse de Jorge Alfredo, pero no puede hacerlo porque él se va a ir para siempre.
Al día siguiente, los ruidos de la calle despiertan a Santos, quien se pone triste al darse cuenta de dónde está.
María prepara sábanas y toallas limpias, dice a Amalia que se las va a llevar a Jorge Alfredo. Isabel le da un jabón para niños a María, para que se lo lleve de su parte a Jorge Alfredo. Amalia, preocupada, se da cuenta de que María ya está enamorada.
El comandante Derecho dice a la teniente Curtis que alguien está ayudando a Santos, deciden investigar si sigue en El paso, Texas, o se regresó a la Ciudad de México y están seguros que lo atraparán pronto.
Santos respira aliviado al ver que María fue a ayudarlo a arreglar su cuarto. Él se va a bañar, mientras ella limpia el lugar. Irasema, una de las huéspedes de la pensión, con pinta de prostituta, ve a Santos saliendo del baño y le coquetea, pero él se sigue de largo.
Santos queda sorprendido y emocionado al ver qué hermoso quedó su cuarto con los arreglos que María le hizo. Santos, muy emocionado, le dice a María que aunque conoce poco de ella, le puede asegurar que es lo mejor que le ha pasado en la vida. Irasema se asoma al cuarto de Santos y le dice que cuando quiera una visita, sólo la llame; María, celosa, le dice que su esposo no necesita que lo visitan. Santos se emociona con lo que María dice.
Paloma se va triste y desilusionada porque va a tocar a la casa de Rodrigo y nadie le abre.
Irasema le pide disculpas a María por lo que dijo. Santos le dice a María que por lo menos Irasema fue amable, en cambio, uno de sus enamorados volvió a amenazarlo.
Coloso va a buscar a María a su casa, pero Isabel le dice que fue a ver a Jorge Alfredo y, en confidencia, le dice que ella cree que ya son novios.
Irasema le dice a Santos que se nota que María está muy enamorada de él.
Elvira le cuenta a Lourdes que Jorge Alfredo es un hombre muy guapo; Concho les dice que es muy culto y distinguido, y quiere que su bar se llene de ese tipo de gente. Lourdes incita a Elvira a que conquiste a Jorge Alfredo.
María cuestiona a Santos sobre su familia, pero se da cuenta de que él evade hablar de ese tema.
Santos le dice a María que Irasema le dijo que se notaba que ella estaba enamorada de él, María le dice que es una tontería, porque él se va a ir en tres semanas. Santos le pide a María que lo ayude a buscar trabajo, ella ofrece hablar con Don Concho para que lo contrate aunque sea de garrotero.
Coloso le habla muy mal de Jorge Alfredo a Amalia.
Coloso va a la pensión a ver si María está con Jorge Alfredo, éstos salen antes de que llegue.
María quiere conseguirle a Jorge Alfredo trabajo de cantante.